top of page

¿Se tratan igual todos los temas de salud pública en la prensa?

Aunque debería dársele el mismo trato a todos los temas relacionados con salud pública en la prensa, y partiendo de la base que éste es un medio de información masiva, el cual tiene un alto poder e impacto en la reacciones de la sociedad, no se tratan de la misma manera una epidemia que un conflicto social como el aborto.

​

La epidemia se muestra en cifras, estadísticas y boletines informativos. Se espera que todos los lectores se instruyan en el tema y comprendan las políticas que toma el gobierno para contrarrestar los efectos de la epidemia. Es un tema totalmente de salud, con algunos apartes políticos y sociales en donde se deja ver la responsabilidad de los dirigentes frente al ataque de la dispersión del virus.

​

La epidemia es un problema social. Afecta a las poblaciones más vulnerables, esas en donde no existe agua potable y deben tenerla empozada, justo para que se reproduzca el virus. Y son estas mismas poblaciones en donde el sistema de salud es precario, y no puede proteger a toda la población.

​

No se muestra una puja política, ni a la iglesia hablando de las mujeres con embarazos riesgosos. ¿Qué pasaría entonces, si una de estas mujeres tratara de abortar porque su vida o la de su bebé están en peligro? En este caso, y como lo trata la prensa, ya no es un problema de salud pública como tal (aunque sigue siéndolo) pues según la sentencia de la corte constitucional, si la vida de esta mujer o de su bebé están en peligro, ella está en todo su derecho de terminar voluntariamente su embarazo.

​

Pero esto tampoco es así de simple. El problema del aborto en Colombia es un problema de salud pública, y no porque abortar sea un problema, sino por los casos de embarazadas que, cumpliendo alguna de las excepciones para una interrupción voluntaria del embarazo (IVE) o no, deciden abortar clandestinamente por las trabas que ponen las entidades de salud, de justicia y morales.

​

Y siendo un problema de salud pública, en donde estos abortos clandestinos terminan en complicaciones de salud que los centros de urgencias deben atender, y que acarrean más costos al sistema, ¿por qué no se trata como tal? Bueno, en algunos casos las opiniones muestran que el problema no debe ser mostrado como una puja de poder, pero en cuanto la legislación, legalidad y moral se mezclan en un tema tan delicado, es imposible atacarlo desde la perspectiva salubrista, y debe mostrarse en todo su esplendor el conflicto legal que trae consigo la despenalización (parcial o total) del aborto.

​

El aborto no se muestra con cifras en todo el cubrimiento. Se muestra con leyes, disputas legales y peleas morales entre la iglesia, los legisladores, las mujeres y las organizaciones internacionales.

​

¿Qué pasaría si se mostrara, paralelamente a la disputa legal, el problema como un hecho que afecta la salud de gran parte de la población? Bueno, se tendrían que realizar estudios sobre el porcentaje de embarazos que terminar en abortos inducidos año a año, y de estos cuantos terminan en complicaciones atendidas por el estado, en muertes y en problemas mentales para las mujeres.

​

En Colombia no se trata de la misma manera una epidemia que el aborto. No se publica en las mismas secciones del periódico ni se habla con las mismas palabras claves.

​

Si se hablara más del problema social en la epidemia y del problema de salud en el aborto, se tendría un mejor cubrimiento. Los lectores tendrían una mejor visión del panorama general del país, y no una visión sesgada acerca de la posición política del periódico frente a uno u otro tema. Pero el problema radica en cómo se toman estos problemas, pues el aborto, como ya mencionado anteriormente, se juzga desde la parte penal, desde las leyes que lo penalizan o despenalizan, y desde su desarrollo en la sociedad, teniendo en cuenta la gran participación del cambio de procuraduría en el 2009, y el Zika como algo que le compete únicamente al ministerio de salud como entidad, y no un problema que radica en la desigualdad en Colombia, la falta de servicios públicos y cubrimiento de salud en las zonas endémicas.

​

En conclusión, al cubrimiento de la epidemia del Zika le hace falta opinión, saber qué dicen las otras entidades públicas acerca de los lineamientos que tomó el ministerio de salud, y al aborto le hacen falta datos, estadísticas y conceptos médicos claros que dejen ver el panorama del aborto como un problema de salud pública y no como un problema penal.

bottom of page